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Si realmente lo amas, déjalo diseñar tranquilo.
¿Cual es el mal del diseñador?
Las largas noches para cumplir los sueños de los clientes. Llamémosle sueños y al diseñador un cumplidor de sueños, porque si no es así, más de uno rompe con el oficio y se dedica a otra cosa…
Lo que muchos no saben es la gran cantidad de las horas dedicadas a cambios de orientación justo cuando está todo apunto de ser terminado y mañana mismo hay que entregar, inseguridad en el encargo sin explicar las necesidades básicas o las ganas de ejercer la profesión de creativo por parte del cliente.
El diseñador no es una herramienta más, no es una extensión o plugin de photoshop que se descarga gratis y se ejecuta para diseñar o hacer cambios. Un diseñador es una pieza vital en transmitir la comunicación de los demás. Por lo general, como persona que és, devolverá en sus diseños la presencia y los datos que le sean entregados.
Un diseñador trabaja con la información, con los sueños de otros y los transforma en la parte visual de nuestra comunicación. Muchas veces se exige al diseñador que muestre (diseñe o dibuje) lo que el cliente mismo no le ha enseñado, ya sea por pereza o por falta de tiempo, y eso amigos…, se convertirá en vuestra comunicación.
Cabe recalcar que la profesionalidad del diseñador es importante para que estas situaciones estén bajo control, siendo los años de experiencia y el trato con muchos clientes acaba construyendo, ya no solo el diseño o look que desarrolla, sino la función que finalmente ejerce; comunicar nuestras necesidades a un público en concreto cumpliendo vuestro sueño.
Si realmente lo amas, déjalo trabajar tranquilo.
Iñaki F. Llort – catartsis.com